Jun. 15, 2025
Los primeros cristianos vivieron vidas radicalmente diferentes, marcadas por la unidad, la generosidad y la alegría. Esta comunidad moldeada por el evangelio se convertirá en el testimonio para el mundo que los rodea. La iglesia primitiva funcionaba como una familia espiritual: unida, generosa y dedicada a Dios. Los hombres están llamados a ayudar a moldear la Iglesia y el hogar como lugares donde se practica la fe, el amor y el servicio. Los padres (biológicos y espirituales) desempeñan un papel clave en la creación de este tipo de comunidad evangélica. ¿Qué pasaría si viviéramos así ahora?